Una vez, una mujer en la gente de la aldea de Yorobia, que se llamada Oshun. Ella dio luz a dos gemelos, el Ibeji. Todo el pueblo la miró como una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño. Temprano por  la mañana, Oshun llevó agua desde el estanque, cuando ella cayó al suelo. Los ancianos llegaron y la llevaron debajo de un árbol de cerezas. El único árbol que hay. Se utilizó una hoja de plátano para cubrirla. Uno de los ancianos estaban ayudando. Oshun estaba una viuda, no se sabía cómo murió su marido. Mucha de la gente del pueblo la miró como el diablo, quien lleva la vida de su marido. De repente un grito, los ancianos gritaban es un niño. "Allí hay otro", "Qué clase de brujería" "Es el diablo" " qué qué", eran los únicos que se oían de la gente alrededor. Salió el segundo bebé. Oshún puesto manteniendo a sus dos bebés, mientras la gente había rechazar, le tiró basura. Todo el pueblo miró a ella como una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño.

Debido a esto, Oshun dejó a los gemelos porque ella era una "mala persona". Oshun se quedó allí sin nada que comer pero la suciedad. Allí, nadie ella dejó a los bebés a morir con los animales. Entonces un día, Oyá la Orisha Guerrera vino en la cubierta como una persona común y desconocida. Oyá vio que Oshún tenía dónde ir aprovechó Oshún, la gente de la ciudad lanzó basura otra vez. Esto se convirtió en diario, Oyá vio pero no pudo hacer nada sino esperar a cambio. Un día pasó, y el ibeji casi fue golpeado en un accidente.

Una vez, una mujer en la gente de la aldea de Yorobia, que se llamada Oshun. Ella dio luz a dos gemelos, el Ibeji. Todo el pueblo la miró como una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño. Temprano por  la mañana, Oshun llevó agua desde el estanque, cuando ella cayó al suelo. Los ancianos llegaron y la llevaron debajo de un árbol de cerezas. El único árbol que hay. Se utilizó una hoja de plátano para cubrirla. Uno de los ancianos estaban ayudando. Oshun estaba una viuda, no se sabía cómo murió su marido. Mucha de la gente del pueblo la miró como el diablo, quien lleva la vida de su marido. De repente un grito, los ancianos gritaban es un niño. "Allí hay otro", "Qué clase de brujería" "Es el diablo" " qué qué", eran los únicos que se oían de la gente alrededor. Salió el segundo bebé. Oshún puesto manteniendo a sus dos bebés, mientras la gente había rechazar, le tiró basura. Todo el pueblo miró a ella como una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño.

Debido a esto, Oshun dejó a los gemelos porque ella era una "mala persona". Oshun se quedó allí sin nada que comer pero la suciedad. Allí, nadie ella dejo a los bebés a morir con los animales. Entonces un día, Oya la Orisha Guerrera vino en la cubierta como una persona común y desconocida. Oyá vio que Oshún tenía dónde ir aprovechó Oshún, la gente de la ciudad lanzó basura otra vez. Esto se convirtió en diario, Oyá vio pero no pudo hacer nada sino esperar a cambio. Un día, que se fueron demasiado lejos y casi golpeó a los bebés. Oya pudo tomarlos ya que sabía que no podía cambiar el pensamiento de la gente. Tenía que proteger a Oshun y a los bebés. Cambió su ropa y los nombres.

Después de esto, una mujer caviladora, Oya, decidió tomar los Ibeji y criarlos como sus hijos. Oyá era alta y fuerte. Ella no tenía miedo de nada. Oyá tenía ojos azules brillantes, nadie le caería en amor. La mujer, también tenía el pelo largo oscuro que fluyó en el viento. Oyá era hermosa. Ella dio todo su tiempo a enseñar a sus hijos todos que sabía sobre la Santeria y los Orishas. Los ibeji se criaron a creer en los espíritus y dedicarles todo. Miraban la vida como algo hermosa, a pesar de lo que sucedió con su madre. Le perdonó demasiado. Aprendieron a amar a bailar y cantar a los espíritus. ¡Comen junto a los espíritus, demasiado! Oyá también enseñó a sus hijos a amar el color blanco porque representa la "pureza", es sagrado "Obatala" — los otro Orisha — a honrar y proteger, como un Dios. Cambió su ropa y los nombres. Todo el pueblo miró su ser una bruja, porque solamente los animales tienen más de un niño. Debido a esto, Oshun dejó a los gemelos porque ella era una "mala persona". Ahora estaban bajo el cuidado de Oyá, ahora son solo historias que cuentan pero entonces era lo real.

Berry y Babalú

Había una pequeña ciudad, llena de basura y millones de gente, pero la población de perros callejeros era grande. Muchos de ellos tuvieron problemas para sobrevivir. Desde el más pequeño chihuahua al más grande Gran Danés. Los perros terminaron luchando entre sí por los recursos ya que había demasiados de ellos. Había un cachorro que estaba teniendo más problemas. Berry, un mutt. Él fue intimidado por los otros perros por su figura pequeña y raza mezclada. Berry estaba cubierto en cicatrices y moretones, iba a morir de hambre. El caminó por la ciudad con la cabeza baja y la cola entre las piernas. Berry correría a las casas de personas pedir por comida sin embargo las personas solo dijeron “¡Vete!”.

 Pero un día, él fue a un callejón esperando encontrar comida. No había nada, la baya puesto abajo en un cuadro púrpura. Lleno de trigo tomo una siesta, no sabía esta caja acaba de salvar su vida. Un hombre apareció de  nada vistiendo de pantalones cortos de color púrpura y estaba en muletas. En su mano él tenía una lata de comida, el hombre derramado en un tazón y dijo, “Yo soy Babalú, ahora come te vas sentir mucho mejor.” Berry se levantó en sus piernas huesudas y se tambaleó hacia el cuenco. Comenzó a comer. Cuanto más comía, más fuerte se volvía. Se convirtió en un peso saludable y tenía el color y el brillo del oro. Berry luego agradeció a Babalú por la comida y lo elogió. Babalu se fue cuando apareció. Berry luego caminó por la pequeña ciudad viva por primera vez.

Más tarde en el día caminó hasta la casa de alguien pidiendo comida. Una anciana se acercó a él con una pequeña cantidad de carne para Berry. Podía ver que el hombre de la casa parecía muy enfermo. El hombre apenas podía moverse y un tazón de sopa estaba sentado al lado de él que parecía intacta. Berry luego comió la carne, besó a la mujer en la mano izquierda. Al día siguiente estaba caminando por el mismo camino y encontró la casa que estaba ayer. El vio el hombre que estaba adentro estaba levantado y comiendo como si nada le había pasado. Berry luego se alejó con Babalú caminado con él.

El fin

Había una vez, un hombre Africano llamado Ochosi. Cuando tenía diez años, su padre le dio el arco y flecha y tomó en su primer viaje de caza. Él era tan bueno cazando, que continuó cazando cuando era adulto. Él sabía cómo matar conejos, mapaches, venados y personas, si quería. Ochosi creció como un hombre fuerte y guapo.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Ochosi vio un camino de sangre, lo que llevó a una mujer boca abajo. Ochosi sacó la flecha de la espalda de la víctima. ¡Volteó el cuerpo y vio a Oprah! La policía apareció y corrió hasta Ochosi. Le pusieron las esposas y lo empujaron al coche de policía. La policía acusó a Ochosi de asesinar a Oprah.

Una semana más tarde...

Él fue acusado de asesinar Oprah. Lo que el tribunal no sabe, sin embargo, es que èl es en realidad inocente. Él estaba en un viaje de caza cuando la policía vino y le detuvo, dando impresión de que él era el asesino. El tribunal asumió que él era culpable simplemente porque él era negro. Fue un caso perdido desde el comienzo. Ahora está en la cuerda de la muerte.  

El día en el que está programado su asesinato es mañana. Pensando en su vida y moral,

él decidió que él deseaba haber podido pasar su vida ayudando a la gente. Las personas que han sido tratadas injustamente por la ley. Gente como él.

Al día siguiente fue llevado a la silla eléctrica. Sintió una sensación de hormigueo. Sabía que su cuerpo estába muerto pero todavía puede pensar. Él fue y se levantó y encontró que su mano se movía a través de la restricción. Ahora él es un espíritu.

Después de estar ahí por un rato, Ochosi vio algo. Era una visión. El conductor es un joven negro, y había un policía blanco. Ellos estaban discutiendo acerca de por qué el hombre fue detenido, el policía reclamando que el joven iba en exceso de velocidad y el joven diciendo que él no hizo eso. El policía empujó al hombre y lo tiró al suelo, y con una pistola

apuntaba a su cabeza. Ochosi corrió hacia el hombre y del policía.

Ochosi observó sus manos, sorprendido con lo que él hizo y paró. El policía se levantó confundido, y se fugó hacia su coche de policía y se fue conduciendo. El joven hombre negro se arrodillò y dice: “Le alabo, guerrero divino”.

Había una vez, Ochosi y Oggún en cual  ayudaban el uno al otro mucho. Oggún es el dios de armas y herramientas. Ochosi es el dios de la caza. Oggún le daba herramientas y armas cuando era necesario para Ochosi. También, Oggún arreglaba los herramientas y armas. En cambio, Ochosi cazaba animales por Oggún y él disfrutaba la comida. Pero, un día, cuando Ochosi necesitaba una herramienta para ser arreglada, Oggún dijo, "No, no puedo hoy. No me siento bien."

Ochosi lo creía – inicialmente. Él decía, "¡Mejorate pronto!" Pero, mientras Oggún dijo a Ochosi que no se sentía bien, él dijo a Eleggua, un amigo de Ochosi, "Sí, las puedo arreglar."

Eleggua entonces visitó a Ochosi con sus herramientas nuevas. Ochosi vio los herramientas de Eleggua, y le preguntó, "¿Quién arregló tus herramientas?" En respuesta,  Eleggua dijo "¡Oggún, por supuesto!"

"¡Ay! ¿Porqué me dijo que 'no'?" Ochosi preguntó "¡Lo necesitaba para hacer un metal especial para poder cazar! Yo lo necesito pronto, también."

"¿Qué le hizo a Oggún?"

"¡No sé! No tengo idea.."

"Posiblemente deberías hablar con Oggún. De hecho, puedo ir contigo."

"¿En serio? Vale... gracias, Eleggua."

Una semana después, Ochosi y Eleggua visitaron a Oggún para hablar. Ochosi también traía la solicitud para su herramienta nueva.

"Oggún," dijo Ochosi.

Oggún le miró sorprendido cuando él vio Ochosi con Eleggua. "¿Que tal?"

"Oh, nada. Pero, quiero saber porque no arreglaste mis herramientas la semana pasada. Me dijiste que 'no me siento bien,' pero mi amigo Eleggua me dijo que tú arreglaste sus herramientas."

Oggún parecía derrotado. "¡Ay, Ochosi! He tenido un mes mal. No se que está pasando. Había mucho... Perdóname."

Ochosi y Eleggua decidieron a perdonar Oggún. Era sincero.

En el próximo día, Oggún hizo una herramienta especial, incluso con su nombre grabado en el metal.

Entonces, los dos vivieron felices para siempre.

El fin.

Voy a contar la historia de la parte de mi mural va a estar en Filadelfia. Sudoeste Filadelfia  es la parte sur de Está al oeste del río de Schuylkill. El límite norte está conformado por varios barrios. Como, Baltimore Avenue, Cobbs Creek y 49th street. Esta parte de Filadelfia estuvo conformada por inmigrantes irlandeses antes de la migración de americanos africanos. Ahora el porcentaje es de 76.2 por ciento de los negros viven a lo largo del sudoeste Philadelphia.

Mi nombre es Dayanna Hughes. Yo han querido dibujar y crear desde que era joven. Por esta razón era inicialmente entusiasmado con este proyecto. Soy del sudoeste de Philadelphia, por lo que estoy interesado en hacer un mural de aquí. El propósito del mural tendría un mensaje especial a la gente en el barrio.

Voy a pintar mi mural en una pared que está fuera de mi casa, es una gran muralla verde ahora mismo. Sería una pieza central para la gente alrededor de él, principalmente porque hay una parada de autobús y parada de carro literalmente cruzando la calle en ambas direcciones. La pared está situada en 56 y Baltimore Avenue, es propiedad de un Church.There de África occidental son una buena cantidad de personas mayores de mi barrio, por lo que pensaría que es vandalismo.

Las imágenes simboliza que usted debe amar la piel estás en. Principalmente debido a anuncios en el área de mostrar que la belleza europea es el único tipo de belleza. Como un niño, viendo estos anuncios haría sentir que no era lo suficientemente bueno. Esperemos que si las niñas de la comunidad que ven esto, se sentirá suficientemente empoderadas para sentirse bella. Ver a una chica que se parece a usted es ser alabada le hace sentir bien. Quiero que la chica de la foto se sienta para representar a las mujeres negras como un todo.

Arte público puede ser cualquier cosa de una pequeña palabra, o una pieza de arte grande. Me siento como si lo puede ser cualquier cosa, siempre que tenga significado para usted. Arte público me tiene valores de la comunidad y te hace cuestionar cosas como tus creencias. Es cómo vemos el mundo. Me siento como si mi mural tiene. Es un buen mensaje detrás de él, y tiene un mensaje que todos los miembros de la comunidad de acuerdo a.